4 mejores colores para la habitación de tu hijo

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Los colores nos rodean y nos afectan. Si queremos reproducir las emociones que nos despiertan, aprendamos sobre su influencia y llenemos nuestro hogar de su indudable poder.

Escrito por Thady Carabaño Última actualización: 04 febrero, 2021

Estamos rodeados de colores. Eso es más que obvio. Pero quizá no es tan evidente que los tonos influyen en nuestro estado de ánimo. Sin embargo, es así. Por ello, has de tener en cuenta qué colores escoges para decorar la habitación de tu hijo si quieres que crezca en un ambiente armónico.

Habrás notado que un día de lluvia, inundado de grises, afecta a tu estado de ánimo. De la misma forma, las paredes de un hospital, generalmente, son de un blanco o verde relajante y el interior de una guardería de un amarillo alegre. Los colegios están pintados de azules calmantes. Se sabe cómo usar los colores para lograr un propósito e influenciar en los demás.

Para decorar la habitación de tu hijo, aunque no tienes que ser un experto en psicología del color, debes manejar conceptos básicos sobre las propiedades que tienen las tonalidades. Según psicólogos, artistas y profesionales de marketing, los colores tienen la capacidad de inspirar, excitar, calmar, sanar e incluso agitar. Aprende cómo usarlos.

Colores cálidos o fríos

En primer lugar, debes escoger qué tipo de temperatura quieres lograr en la habitación de tu hijo. ¿Calidez o frescura? Claro que nos referimos a sensaciones térmicas subjetivas y no a temperaturas reales.

Se trata de percepciones de temperatura que se le atribuyen a ciertos colores. Dentro del círculo cromático los colores se dividen en dos grupos opuestos conocidos como colores cálidos y colores fríos. Estos se agrupan de la siguiente forma:

Colores cálidos : son los colores que derivan de los tonos del sol: rojos, naranjas y amarillos.

: son los colores que derivan de los tonos del sol: rojos, naranjas y amarillos. Colores fríos: son los que provienen del color del cielo y el agua: azules, verdes y morados o púrpuras.

El uso de los colores cálidos puede generar sensación de confort y hacer que espacios grandes y abiertos parezcan más íntimos. Por su parte, los colores fríos pueden tener un efecto calmante en los niños. Además, pueden ayudar a que espacios pequeños parezcan un poco más abiertos.

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Los mejores colores para la habitación de tu hijo

La habitación de un niño es su espacio sagrado. Es donde duerme y juega a diario. También es donde pasa la mayor parte del tiempo de su crecimiento. Decorarla no es solo una cuestión de estética. El color con el que pintas sus paredes es una herramienta que puedes aprovechar para influir en su estado de ánimo y favorecer su comportamiento.

Lo ideal es encontrar una combinación de colores que permita que el dormitorio de tu pequeño le haga sentir despierto y vivaz, pero que también lo relaje lo suficiente como para dormir por la noche. Para lograrlo, toma nota de los mejores colores para la habitación de tu hijo. No olvides tener presente su personalidad en la selección.

Colores para niños enérgicos

Si tu hijo es un huracán de energía, te conviene escoger entre el color verde y el azul.

1. Verde

El verde se ha asociado con la calma, por lo que darás un toque más relajado con este color.

Este color fomenta el juego, pero tiene un efecto calmante. Ayuda a reducir la ansiedad y calmar a un niño hiperactivo. Los especialistas también han descubierto que el verde puede mejorar la comprensión y la velocidad de lectura. Así que escoge entre los tonos verdes para llenar de armonía la habitación de tu hijo.

2. Azul

Los niños que experimentan rabietas u otros problemas de comportamiento pueden apreciar los efectos calmantes de una habitación azul. Este color disminuye los sentimientos de ansiedad y agresión. Puedes seleccionar cualquier tonalidad que le guste a tu hijo, desde el azul océano hasta el tono más claro y aún así lograr la recompensa de tener un niño mucho más tranquilo.

Colores para niños reflexivos

Los naranjas y los morados tienen toneladas de poder para complementar al niño más tranquilo y pensativo.

3. Naranja

Este color cálido, amigable y juvenil es ideal para los niños, ya que se dice que fomenta la confianza, la sociabilidad y la independencia. Los tonos más suaves son buenos para los niños más pequeños y los tonos brillantes son mejores para los más mayores. Es un color divertido y un tono que, además, funciona igual de bien para niñas y niños.

4. Morado o púrpura

El color púrpura ha sido el color asociado con la realeza durante siglos. Agregar el color púrpura a una habitación puede proporcionar inspiración para la creatividad e incidir en el crecimiento mental y el pensamiento profundo. El púrpura combina la tranquilidad del azul y la energía del rojo, por lo que es un color bastante equilibrado. Muy ligado a potenciar la intuición.

¿Blanco y negro pueden ser buenos colores?

Con el negro podrás crear una habitación creativa llena de pizarras.

Muchos padres podemos pensar que el blanco es una mala idea para la habitación de nuestro niño. Se ensucia fácilmente y no es muy divertido, ¿verdad? Pero una habitación blanca puede ser ideal si se combina con una paleta de colores que aporte vivacidad y originalidad al dormitorio.

Otro color que los padres evitamos no solo para el cuarto, sino para nuestro hogar en general, es el negro. Nadie quiere que su hijo viva en una habitación oscura y malhumorada.

Sin embargo, una pared negra con pintura para pizarras puede servir como telón de fondo para audaces obras de arte. Además, las tizas son fáciles de borrar, así, nuestro hijo nunca se cansará de expresarse de forma libre, incluso con sus amigos. Se trata de usar blanco y negro para complementar los colores de una habitación.

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La clave es usar colores que vayan con la personalidad del niño

Aunque la selección de colores que escojas para la habitación de tu hijo también estará dominada por aspectos como su género y edad, recuerda también tener en cuenta las preferencias de tu hijo en el momento de decorar. Deja que su personalidad aflore a medida que lo ayudas a escoger pinturas y a crear el espacio en el que vive y duerme. Muchos pequeños saben intuitivamente los colores que necesitan.

Darles esas sencillas oportunidades de independencia, los preparará para la toma de decisiones en una etapa posterior de la vida. Al elegir la pintura correcta, solo queda preparar tus paredes para que reflejen la felicidad de tu hijo.

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Mollie Pettersson
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