Cuando hay niños en casa, las ventanas se convierten en zona de peligro con independencia de su altura o tamaño, pero especialmente cuando son grandes y accesibles para los más pequeños. Hay recursos para hacerlas más seguras aunque es importante que nunca olvides que la vigilancia y la supervisión nunca pueden faltar.

Las ventanas deben asegurarse, si en la casa hay niños. Es una de las recomendaciones más habituales en toda guía de seguridad en el hogar con bebés. Hay diferentes recursos para adaptarse a todas las necesidades y cubrir diferentes grados de protección.

Lo mejor es elegir recursos de acuerdo con las necesidades y las preferencias, los padres expertos confirman que es importante no bajar nunca la guardia con independencia del tipo de bloqueo que se elija para las ventanas.

¿Necesito asegurar mis ventanas con la llegada de un bebé?

La protección de los menores en el hogar es una de las grandes preocupaciones de los padres, especialmente de los primerizos. Las ventanas son peligrosas porque la curiosidad de los niños les invita a asomarse sin tener en cuenta el peligro que supone.

Todas las ventanas de una vivienda son potencialmente peligrosas, pero no en igual medida, para evaluar las de tu casa tienes que tener en cuenta algunos detalles que además, te ayudarán los elementos más adecuados en cada caso.

Forma y tamaño

Accesibilidad y situación

¿Hay persianas?

¿Es habitual que tengas las ventanas abiertas en casa?

Forma y tamaño

Las ventanas de gran tamaño que empiezan cerca del suelo o muy cerca de él y llegan hasta el techo son perfectas para aportar luz a una estancia; sin embargo, son también las más peligrosas para los niños pues incluso, lo que no andan –con meses de edad- pueden legar a ellas con mucha facilidad y asomarse. Este tipo de ventanas deben asegurarse siempre cuando hay niños en la vivienda.

Las ventanas más habituales en un hogar tienen altura respecto al suelo y es difícil que un niño llegue a ellas, aunque debes considerar la posibilidad de que se suba a una silla o cualquier otro elemento, la curiosidad de los pequeños es muy creativa y poco segura en este tipo de situaciones.

Las ventanas pequeñas como las que tienen algunos aseos o cuartos de baño también las que se colocan en techos o cubiertas son las menos peligrosas en cuanto a los niños por lo que quizás no necesites asegurarlas o bloquearlas.

Es importante también el tipo de ventana que tengas que asegurar, hay elementos que solo sirven para las correderas, mientras que otros están pensados para las de dos hojas oscilantes y/o batientes.

Accesibilidad y situación

Cuando valores el peligro de las ventanas de tu casa, tienes que pensar también en el lugar donde están; no es lo mismo que la ventana esté en un dormitorio de poco uso o tránsito que las que están en la propia habitación del menor, el salón o la zona de juego del pequeño.

Las ventanas que están bajo camas, junto a sillas… son mucho más accesibles para un menor y las que están en sus lugares de juego también. Son estas las que deben asegurarse de forma especial y con elementos más contundentes para evitar el peligro.

Persianas y barandillas

Las ventanas con persianas o las que están protegidas con barandillas externas son más seguras para todos. No obstante, tienes que pensar que si confías solo en el efecto protector de la persiana, tendrás que tenerla siempre bajada y asegurarte de que el niño no sabe moverla.

Las persianas pueden ser un recurso de seguridad para un momento puntual o por ejemplo, para una casa de alquiler o vacaciones, un hotel o algún lugar momentáneo donde esté el niño por poco tiempo, pero no es la mejor forma de estar tranquilo en un hogar donde habitualmente viven bebés.

Hábitos familiares

Hay personas que no abren a menudo las ventanas de casa; sin embargo, en el otro extremo, están las familias que adoran disfrutar de una casa de ventanas siempre abiertas. Este tipo de costumbres son importantes para valorar el tipo de seguro para las ventanas que será más práctico para tus ventanas.

Sistemas para añadir seguridad a las ventanas

Topes para las ventanas correderas

Si tienes hojas en las ventanas que corren sobre carril, hay topes sencillos que pueden bloquear el movimiento de manera que los niños no quepan por el hueco que dejes libre

para ventilar, por ejemplo. Este tipo de elemento es barato, fácil de instalar y los padres coinciden en recomendarlo como eficiente, ya que consigue que el niño no pueda asomarse ni salir a una terraza o balcón.

Colocar estos topes para ventanas correderas es muy sencillo y solo para desinstalarlos o moverlos es necesario usar un destornillador o llave especial. La desventaja principal es que si necesitas usar la ventana o puerta a diario con una apertura completa el tope, no te lo permite y quitar y poner a menudo es poco práctico.

Limitadores de apertura con adhesivos

Este tipo de elementos son para ventanas abatibles y puedes usarlos también en muebles de puertas o armarios. Son populares, los más baratos y sencillos de colocar. Se pone una parte en el marco de la ventana y otra en la hoja, de forma que la ventana no puede abrirse más de unos centímetros, lo justo para dejar entrar aire y lo que permite la correa o trozo de plástico que une ambas partes.

Aunque este tipo de seguro se usa también para ventanas, los expertos en seguridad no las recomiendan para ventanas de gran tamaño o peso, solo para muebles o armarios. El adhesivo es habitual que no resista mucho tiempo y tampoco la presión, si los niños intentan abrir la ventana, especialmente los más mayores.

Ventanas con cerradura y llave

Cambiar las manillas de las ventanas no parece un trabajo muy sencillo, sin embargo, si tienes ventanas estándar es fácil y sin duda, es la forma más segura y cómoda de evitar que un niño pueda abrir una ventana.

En los comercios especializados puedes conseguir manijas con llave para las ventanas y solo es necesario desmontar las que tengan las tuyas y cambiarlas por estas otras. Las ventanas quedan cerrada con llave por lo que son inescrutables para los pequeños.

La desventaja de este tipo de protección para la ventana es que cuando hay que abrir la ventana, la seguridad desaparece por completo. Es decir, las manijas con llave son interesantes para evitar que los niños abran las ventanas por su cuenta, pero si con la llave el adulto la libera, el hueco queda totalmente accesible.

Redes para ventanas

La opción de proteger las ventanas con mallas o red que evitan la caída al vacío es una forma de hacer las ventanas más seguras. La instalación requiere que se agujeree la fachada o los laterales de la ventana y no son estéticamente la mejor opción.

Este es un recurso habitual para hacer las terrazas o balcones algo más seguros, si se quieren usar como zona de juego, pero los expertos en seguridad recuerdan que es importante mantener la vigilancia de un adulto siempre aunque se tengan redes.

Barrotes y rejas seguridad

Las rejas son un elemento de seguridad tradicional en las ventanas, no solo para los niños sino también para evitar que desde el exterior puedan colarse delincuentes. Sin embargo, los barrotes hacen impracticables las ventanas también en momentos de emergencia.Por ejemplo, si se declara un incendio en el interior de la vivienda. Salvo que se pongan rejas que se abren y cierran con llave y aun así, dificultan y hacen más lento un posible rescate por la ventana.

Los barrotes de seguridad para las ventanas son la medida más invasiva, también la más cara y definitiva para proteger una ventana. El cambio estético en la fachada de tu vivienda será notable y si forma parte de un piso de viviendas, es posible que necesites aprobación o permiso de la comunidad.

Las rejas no son un recomendación habitual, si solo necesitas proteger a los más pequeños de las ventanas, pero es una alternativa para valorar por si es la más adecuada para ti.

Barras de seguridad para ventanas

Igual que para las escaleras interiores de casa se recomienda poner una barrera de seguridad, para las ventanas hay elementos similares que hacen que las ventanas sean seguras y a la vez puedan abrirse y cerrarse sin temor.

Hay una gran variedad de estas barreras que tienen un precio medio de 150 euros y que hay que comprarlas según el tamaño y el tipo de ventana, para que se ajusten con firmeza al hueco. Son la opción preferida por muchas familias porque permiten tener las ventanas de la casa abiertas y a la vez no tener miedo porque los niños tienen mucha menos probabilidad de caerse puesto que los barrotes frenan.

Ahora ya sabes que el catálogo de dispositivos y elementos de seguridad para las ventanas es tan amplio como versátil para dar respuesta a las necesidades de todas las familias, pero no pierdas de vista que ninguno de ellos es totalmente infalible y que solo la vigilancia constante del menor y la precaución te permitirá evitar accidentes graves.

Un último consejo: observa a tus hijos y sus formas de comportamiento y no te fíes, las ventanas no interesan igual a un niño de meses que a uno que empieza a andar. Es fácil que tengas que cambiar de estrategia de protección según el niño vaya creciendo y tenga más fuerza y destreza.

Completa la acción protectora de los elementos de seguridad para ventanas con la educación y el establecimiento de normas de seguridad: es importante concienciar al pequeño de forma constante sobre la peligrosidad de asomarse.

En la práctica hay padres que aseguran que sus hijos nunca se han sentido atraído por las ventanas, mientras que otros viven constantemente atemorizados por el interés que presentan los pequeños por las ventanas, cada niño es diferente y atraviesa por sus propias fases de exploración del mundo, seguro. Mantente alerta y apuesta por la prevención, sin dejar nunca la vigilancia, aunque tengas elementos de seguridad en las ventanas.

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Mollie Pettersson
Mollie Pettersson

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