A menudo los padres buscamos la manera de convertir el cuarto de nuestro bebé en un espacio agradable, donde se sienta a gusto desde el primer día. Aunque también es verdad que algunas veces tendemos a olvidar otro tipo de factores tanto o más importantes que estos, como son la seguridad y el cuidado de su salud.

Y es que tanto el cuarto como el lugar en el que colocamos la cuna tienen una gran influencia en el descanso de los pequeños. De modo que es fundamental elegir las mejores condiciones para que además de acogedor sea un espacio práctico y bien acondicionado.

Si estás preparando la llegada de un nuevo miembro a la familia, echa un vistazo a estos consejos para encontrar el mejor sitio donde colocar la cuna del bebé.

La habitación elegida

Lo primero que debes hacer es preparar el cuarto para que tenga unas condiciones idóneas. Nos referimos a cosas como la ventilación, temperatura o iluminación.

Empecemos por hablar de la ventilación. El cuarto del bebé no puede ser un espacio cerrado en el que el aire entre con dificultad. No se trata de que esté siempre abierto, pero que cuente con al menos una ventana que permita airear la habitación y dejar que entre aire fresco.

La temperatura idónea son 20 grados centígrados. En verano puede que haga falta refrescar el ambiente de alguna manera, mientras que en invierno se impone la calefacción. Como es posible que el ambiente se pueda resecar, es recomendable llenar de agua un recipiente y ponerlo en la habitación. O mejor todavía, utilizar humidificadores para bebés que garantizan las mejores condiciones mientras se mantiene una temperatura agradable.

La mejor iluminación es la natural, por lo que es importante buscar una ubicación en la que el sol ilumine todo lo posible sin causar daños. De este modo se podrá cargar de vitamina D, esencial para su desarrollo físico y mental, entre otras cosas.

El ruido es uno de los grandes enemigos del descanso, de modo que hay que tener una habitación aislada todo lo posible de este peligro. Así podrá dormir sin sobresaltos y descansar lo que necesite desde sus primeros días.

Cosas que no se pueden tolerar junto a la cuna del bebé

El cuarto en el que está situada la cuna debe estar alejado de ciertos elementos nocivos. Ya hemos hablado del ruido, pero también debe evitarse la entrada de animales o fumar, que solo causarán malestar.

Los animales domésticos deben estar alejados del cuarto porque su pelo, o más bien la caspa que hay en él, propicia que se produzcan determinadas alergias. Incluso puede causar problemas respiratorios más o menos graves en función de cómo madure sus sistema inmunitario.

En cuanto al tabaco, nunca se puede fumar en el cuarto de un bebé. Tanto por los riesgos que conlleva el humo como por el riesgo que tiene siempre un cigarrillo encendido. Declara esta zona, si no puedes hacerlo con toda la casa, como un espacio libre de humos.

Cuando se coloca la cuna en el cuarto de los padres

Muchas veces se decide poner la cuna en la misma habitación en la que duermen los padres. Así se tiene mejor acceso a ella cuando por alguna razón el bebé se despierta durante la noche o a la hora de las tomas.

Puede ser una decisión práctica, siempre que se tengan en cuenta los aspectos que hemos mencionado antes. Una buena iluminación, la temperatura adecuada y evitar todo aquello que pueda causar problemas en la salud del pequeño.

Algunas cunas se colocan pegadas a la cama o muy cerca de estas. A veces no es una buena idea, porque los movimientos durante la noche pueden hacer que la cuna también se mueva y el bebé se despierte, rompiendo los ciclos del sueño de toda la familia cuando empieza a llorar.

¿Qué ubicación es la mejor cuando se pone la cuna en la habitación de los padres? Lo mejor es ponerla de tal manera que la ventilación y la iluminación sean adecuadas, pero ninguna de ellas incida directamente en la cuna. Dependiendo de cómo sea la distribución del cuarto, puede que haya que hacer ajustes para ubicarla de la mejor manera posible.

¿Qué cuna elegir?

Este es un tema del que hablaremos más profundamente en otro artículo. Aunque daremos algunas pinceladas aquí porque es igual de importante para garantizar el descanso y la seguridad durante las etapas del desarrollo, hasta que llegue el momento de pasar a la cama.

Los primeros días o semanas, el bebé necesita sentirse seguro. De modo que puede ser adecuado elegir un moisés o una cuna que pueda ajustarse para crear un espacio reducido, similar al que ha tenido mientras se estaba formando.

En el caso de que se utilice una cuna que tenga barras, estas no deben tener una separación de más de 6 centímetros entre una y otra, para que no haya accidentes. Y sobre todo los primeros meses el interior tiene que estar acolchado, ya que puede darse golpes y hacerse daño al moverse.

El colchón tiene que ocupar todo el espacio que hay en el interior de la cuna, para que no haya huecos por los que caerse. También tiene que fijarse bien con el fin de evitar malas posturas que podrían causar molestias al dormir.

– La mejor postura para el sueño

Una vez que sabemos dónde colocar la cuna y los fundamentos para elegirla, seguro que surge la duda sobre qué postura es la adecuada para que duerma bien. Hace tiempo se decía que lo mejor era ponerlos boca abajo, ya que al existir el riesgo de que vomiten parte del alimento podrían ahogarse. Aunque hoy esta postura no es la general, ya que los expertos han demostrado que muchos bebés que dormían de esta forma han muerto por el SMS (Síndrome de Muerte Súbita).

Entonces, ¿qué postura es la mejor para que nuestro bebé duerma plácidamente y sin riesgo? Hoy la recomendación es ponerlos mejor de lado. Incluso boca arriba, sobre todo si tienen menos de 6 meses. A partir de esa edad suelen moverse más, buscando su propia postura para descansar mejor aunque siempre es bueno vigilar que duerman bien y sin peligro.

Además de la postura es importante que al menos durante el primer semestre de vida no haya nada suelto en la cuna. Ni almohadas, mantas o sábanas ni tampoco juguetes como peluches o similares. Hay que tener en cuenta que hasta los cuatro meses solo respiran por la nariz, mientras que hasta lo 5 o 6 meses no han aprendido a coordinar sus movimientos corporales. De modo que si por alguna razón se mueven y algo les obstruye las vías respiratorias, podrían asfixiarse al no poder quitarse de la cara el objeto. La ropa de cama tiene que estar fijada al colchón, preferiblemente con una cremallera para poder abrir y cerrar a voluntad y que el bebé esté abrigado.

Que disfrute de un sueño seguro y reparador

Esperamos que estos consejos te sean útiles para saber cuál es el mejor sitio en el que colocar la cuna de tu bebé y asegurarte de que descansa en las mejores condiciones. En otros artículos hablaremos también de aspectos como la elección de la ropa de cama o el colchón, entre otros.

Mollie Pettersson
Mollie Pettersson

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