Son muchos aspectos antes de dar el gran paso y sabemos que no es fácil. Por eso en Tocamadera queremos ayudarte para que el proceso de reflexión te sea lo menos traumático posible. Sigue leyendo y verás cómo al final no es tan fiero el lobo como lo pintan.

Hoy te traemos otra serie de consideraciones a tener en cuenta en el proceso de elección del mueble juvenil. Las medidas, la edad del pequeñ@, la ergonomía, el diseño, los colores, el impacto visual...

Ya hace días te hablamos de cómo conseguir con la calidad de los distintos materiales, el mejor resultado en la elección de los muebles para tus hij@s. Es decir, conseguir el mueble que mejor resuelva tus necesidades.

Elección del mueble juvenil

Ya hemos dicho que la elección de un mueble juvenil requiere de una serie de reflexiones que hemos de tener en cuenta antes de dar el primer paso. Vamos a intentar desgranarlas:

Las medidas

Debemos ser conscientes de las medidas de la habitación que queremos amueblar para no "atiborrarla" de elementos que no nos dejen movernos con comodidad. Lamentablemente, los pisos, cada vez son más pequeños y las habitaciones también, por lo que hemos de optimizar al máximo los elementos que colocamos.

La gran protagonista (en cuanto al espacio que ocupa) es la cama, que necesita un volumen mínimo de 2m2 dentro de un recinto que no suele tener más de 9m2, y en el que hay que conciliar un espacio para dormir, uno de trabajo, otro de almacenaje y un importante espacio para jugar. Y además todos estos espacios van cambiando su prioridad según la evolución del niño.

La edad

• En sus primeros años, es básico el espacio donde el niño pueda jugar y moverse. Esto facilita el desarrollo de su fantasía y creatividad. Si aún no has entrado a gatas en la habitación de tus hij@s te recomendamos la lectura de nuestro anterior post, entrevista a Javier Junquera, nuestro decorador, donde te desgranamos unos sencillos trucos para acertar de lleno en el diseño de la habitación infantil/juvenil.

• Después, a partir de los cinco años, ya podemos dirigirle hacia un rincón de trabajo donde se acostumbre a la concentración que exige el estudio. Tenemos que facilitarle un espacio cómodo y agradable para que trabajar no se convierta en un sacrificio.

• Alrededor de los ocho o nueve años, ya cerca de la adolescencia, es importante darse cuenta de que su habitación ya no es sólo suya sino también de sus colegas y amigos con los que va a compartir su sitio, su espacio. Es un lugar de intercambio de información y en el que la opinión de los demás pesa mucho. La habitación deja de ser infantil y se convierte en un centro social, la "guarida" donde van a jugar, hablar, explicarse sus secretos, estudiar en grupo…

A partir de aquí, l@s chic@s empiezan a manifestar su personalidad, por lo que es deseable que los cambios que nos van a demandar e ineludiblemente van a necesitar, partan de una base con la que no necesitemos hacer grandes inversiones.

Los materiales y colores

Todo esto quiere decir que si elegimos de buen principio un mobiliario adaptado a las necesidades que nos permita añadir etapa tras etapa lo que vamos a ir necesitando podremos hacerlo sin arruinar nuestro bolsillo.

Por eso recomendamos utilizar colores neutros, suaves y muy combinables. Materiales duraderos y de fácil limpieza. Diseños intemporales que no marquen excesivamente modas ni tendencias.

Las notas de color es mejor dejarlas para los textiles: fundas de edredón y colchas, alfombras, estores y cortinas. También jugar con la pintura de las paredes, vinilos decorativos, cuadros… Piezas más fácilmente reemplazables que los muebles y sobretodo a menor coste.

No olvidemos que existe una ley no escrita que dice que, los cambios que estamos obligados a hacer vienen en el peor momento. Seamos previsores.

Ergonomía

Seguro que has oído en más de una ocasión esta "palabreja". Técnicamente, según la Asociación Española de Ergonomía, "la ergonomía es el conjunto de conocimientos de carácter multidisciplinar aplicados para la adecuación de los productos, sistemas y entornos artificiales a las necesidades, limitaciones y características de sus usuarios, optimizando la eficacia, seguridad y bienestar".

¡Casi nada!, ¿verdad?, y, ¿cómo se aplica esto al proyecto de una habitación juvenil? Antes de nada hemos de partir de la base de que estos espacios tienen una vida útil muy larga y de que las necesidades y el volumen del usuario cambia día a día. Pues no parece una tarea fácil, ¿no?.

La primera consideración a valorar es la necesidad inmediata del niño que va a hacer uso de la habitación. Normalmente necesitan una buena zona de juegos con suficiente protección frente a las caídas y los golpes. Y unos muebles a los que tengan acceso sin ayuda de un adulto donde tengan los elementos de uso cotidiano: los juguetes, los cuentos…

Lo segundo en lo que tenemos que pensar es en qué tipo de cama le conviene más. A priori sirve cualquier modelo al que se le puedan aplicar quitamiedos eficaces y que para él resulte divertida. Los padres tenemos la tendencia a magnificar el miedo a las camas compactas para niños pequeños sin fijarnos en lo rápido que crecen nuestros hijos. Lo importante es enseñarles a subir y bajar de este tipo de camas y a ser conscientes del peligro que implica hacerlo mal. ¡Convirtamos el ir a dormir en una aventura! nos ahorraremos trabajo diario y nuestro hij@ será mucho más feliz.

En multitud de ocasiones vemos la habitación de los niños como algo definitivo sin tener en cuenta que debe crecer a su ritmo. Hay que ir quemando etapas paulatinamente. Ponerle a un pequeñín de 2 años una gran mesa de trabajo es inútil. Han de pasar años hasta que la pueda utilizar y mientras tanto, se cansa de verla y le estamos privando de lo que realmente necesita, que es el espacio para moverse y jugar.

En decoración, y sobre todo en el diseño de habitaciones juveniles, tienen más importancia los espacios vacíos que los ocupados. Tenemos que decorar con aire. El equilibrio entre los dos elementos, si se complementan bien, hacen un conjunto armónico y agradable que será operativo durante mucho tiempo.

Diseño

El diseño del mueble juvenil se basa en la unión de cubos de diferentes tamaños que, una vez ensamblados deben dar como resultado final un conjunto armonioso y compacto.

A excepción de la cama, que es un elemento independiente, estos cubos se subdividen por la función que cumplen: cajones, puertas, estantes, mixtos (con cajones y/o puertas y/o estantes) y encimeras para la zona de estudio.

La familia de las camas presenta una gran diversidad. Tenemos camas convencionales, nido, compactas con arrastre y cajones o con cama extraíble y cajones, abatibles, literas, tatamis... Este es el mueble sobre el que gira toda la distribución del espacio. Ocupan un mínimo de 2m2 de los que no se puede escatimar nada.

El segundo mueble en importancia por su volumen es el armario. Este elemento pide su espacio físico y el espacio para acceder a él. Lo cual nos obliga a dejar en su frente un mínimo de 45cm, tanto si es de puertas correderas como batientes, pero sobre todo si lleva cajones en el interior.

Una vez decidida la situación de estos elementos (la mayoría de las veces es la geografía de la habitación la que decide) podemos barajar el resto de los elementos. En el 90% de los casos, la zona de estudio se ubica frente a la ventana aprovechando la entrada de luz. El mayor inconveniente suele ser que la calefacción está debajo y a veces a excesiva altura. Esto nos hace cajear la encimera y a la vez enrejillarla para favorecer la convección y que el calor no se concentre en el sitio que ocupa nuestro hijo con lo que conlleva de incomodidad e insalubridad.

Las encimeras de trabajo suelen cubrir el largo total de la pared y para que la cama no quede debajo, tenemos el arcón cabecero, extraíble o de tapa frontal o superior. Este elemento facilita el uso de un espacio que sino, quedaría vacío y semioculto, con lo que esto implica de acumulación de suciedad y de “trastos”.

Ya sólo queda elegir los tipos de estanterías y módulos en los que guardar los elementos de uso cotidiano: juguetes, libros, la Play, la mochila… Estos muebles, aunque importantes, son los últimos a la hora de encontrar su sitio. Hay que aprovechar cualquier rincón.

El toque final lo ponen los vinilos, las fundas nórdicas, el estor, los cuadros, las lámparas…Y el toque personal del niñ@, necesario para que reconozca que es su espacio.

Con todos estos sencillos pero básicos trucos te aseguramos que vas a triunfar en la decoración de la habitación de tus hij@s. Pero si aún así sigues teniendo dudas sobre cuál sería el tipo de cama más adecuada, o bien, algo tan simple como estar seguro de si los muebles que realmente te gustan caben en la habitación, llámanos al 949 230 241 de lunes a viernes de 10 a 14h y de 16 a 20h o los sábados de 10 a 14h.

Recuerda que en Tocamadera puedes enviarnos las medidas de tu habitación, tu gustos y necesidades, una fotografía o un plano. Con todo ello crearemos para ti un proyecto completamente personalizado, a medida y además gratuito y sin compromiso de compra. Verás exactamente cómo queda tu habitación antes de comprarla y te enamorarás de ella.

Mollie Pettersson
Mollie Pettersson

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