Las habitaciones juveniles son todo un reto en decoración. Cuando los niños abandonan la etapa infantil para entrar en la adolescencia y la edad adulta sus gustos, preferencias y personalidad van cambiando. La habitación es, para muchos jóvenes, un espacio personal, un santuario, destinado no solo al descanso sino también al juego, al estudio y a la reunión con los amigos. La decoración de dormitorios juveniles debe tener en cuenta su personalidad y preferencias.
El color de la pintura de pared es posiblemente una de las decisiones más difíciles. ¿Qué colores para paredes son más adecuados para habitaciones juveniles? El primer factor a tener en cuenta a la hora de elegir la pintura de pared de un cuarto juvenil son los gustos personales.
La mayoría de adolescentes quieren intervenir en la elección: escogen, por ejemplo, su color favorito, un color que contraste con el resto de la casa y que marque su independencia, o un tono neutro que les permita colgar adornos y fotografías. Sea cual sea su decisión, lo mejor es contar con su opinión a la hora de pintar las paredes. Normalmente las chicas suelen optar por una decoración más detallista, mientras que los chicos suelen decantarse por un estilo minimalista, tanto en muebles como en las paredes.
Otro factor importante a tener en cuenta es la influencia psicológica que ejercen los colores en el bienestar y el comportamiento de las personas. Todos los colores tienen un significado. Combinados con la personalidad y el carácter de cada persona, los colores de las paredes pueden ejercer diferentes efectos sobre la capacidad de concentración, el estado de ánimo, las emociones y los comportamientos. En general, se considera que los colores cálidos (como el rojo, el naranja, el rosa o el amarillo) estimulan la imaginación, favorecen la concentración y dan energía; en cambio, los colores fríos (como el azul, el verde o el lila) facilitan el descanso y son relajantes.
Una vez escogemos el color general de la habitación, las posibilidades son enormes. Una opción a tener en cuenta es romper con la tendencia habitual a dar a toda la estancia un solo color. Cada vez es más frecuente ver habitaciones con paredes de distinta tonalidad, especialmente una que contrasta con el resto. Esto permite marcar la separación entre dos espacios o romper con la monotonía, algo que se valora mucho en una habitación juvenil.
Otra opción muy original para cambiar el aspecto habitual de las paredes es la pintura decorativa, un tipo de pintura con efectos que ofrece grandes posibilidades a la hora de decorar.
Finalmente, otra posibilidad a tener en cuenta es el papel pintado juvenil. Empapelar una habitación entera o solo una pared es una tendencia cada vez más habitual en decoración. El papel para paredes ofrece aún más posibilidades decorativas que la pintura o, combinada con ella, permite decorar habitaciones de forma muy original. Los stickers y vinilos decorativos también permiten marcar la diferencia en un dormitorio juvenil.
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