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Con niños en el hogar todo son emociones. Pero también supone una importante revolución que cambia nuestra vida y nuestro hogar durante un buen tiempo.

Al fin y al cabo, nuestro hogar debe evolucionar y adaptarse a las circunstancias de nuestra vida y, como estas cambian con el tiempo, debe reinventarse para responder a las necesidades de cada etapa.

Cómo preparar la habitación de tu hijo/a

Cuando recibimos la noticia de que vamos a ser padres, podemos pensar en realizar cambios o reparaciones para mejorar el confort de nuestra casa, hacerla más segura o adaptarla a las necesidades de los niños.

La gran mayoría de estas reformas se centrarán en preparar la habitación del bebé, e incluyen revisar la instalación eléctrica, mejorar el aislamiento, cambiar las ventanas, pintar o cambiar el suelo.

Algunas de las cuestiones que debemos tener en cuenta a la hora de preparar la habitación de nuestro bebé son:

Mobiliario. Durante sus primeros meses de vida, los niños necesitan muebles específicos como la cuna, la bañera, el cambiador, etc. Nuestro consejo es que elijas diseños versátiles o piezas que, con el tiempo, puedas volver a utilizar con un carácter funcional y/o decorativo.

Almacenamiento. Todas las habitaciones infantiles tienen algo en común: los espacios de almacenamiento, convertidos en elementos fundamentales para facilitar la organización de los padres. Así, en este tipo de espacios destinados al descanso infantil es común ver cajoneras auxiliares, colgadores, perchas, organizadores, cestos, baúles, etc.

Paredes. Lo habitual en las habitaciones infantiles es elegir colores neutros, como el blanco, que fomenta la iluminación natural y transmite tranquilidad. La paleta en pastel, principalmente el rosa y el azul, también son un clásico en las paredes de los cuartos infantiles, al igual que los tonos arena (más oscuros que el beige aunque menos amarillentos), que pueden encajar con todo tipo de decoración.

Seguridad. Durante los primeros meses tras la llegada de tu bebé, la mayoría de los cambios estarán vinculados a cuestiones puramente funcionales y organizativas con el objetivo de aumentar tu comodidad y la de tu hijo. Sin embargo, conforme el niño comience a andar y sea más autónomo, la búsqueda de comodidad será sustituida por la búsqueda de seguridad. En este momento tendrás que plantearte realizar pequeñas reformas en casa como instalar barreras de seguridad, poner protectores de puertas o camuflar los enchufes, tal y como explicamos a continuación.

7 Medidas de seguridad para un hogar con niños

La seguridad en el hogar es fundamental para sentirnos cómodos en nuestro domicilio, especialmente si tenemos hijos pequeños.

Aumentar la seguridad en un hogar con niños supone implementar algunas medidas, entre ellas:

1. Mejora la seguridad el baño

El baño es una de las zonas de la casa en las que se producen más accidentes.

Si queremos conseguir que nuestro baño sea más seguro para los más pequeños, debemos realizar algunos cambios para evitar resbalones o caídas.

Sustituir la bañera por una ducha o instalar barras de sujeción puede ser una opción para que el baño de nuestra vivienda sea más seguro.

Además, nunca debemos dejar que nuestros pequeños se bañen solos. Para mayor seguridad, podemos sentarlos en una silla especial para bañeras.

Cerrar la llave de paso del bidé o colocar en duchas y bañeras una alfombra antideslizante son otras normas para aumentar la seguridad de los niños en el hogar.

2. Protege las puertas y las ventanas

Los topes de seguridad en puertas y ventanas evitan que los niños se pillen los dedos y limitan su acceso a determinadas zonas de la casa.

Para evitar accidentes es recomendable mantener las ventanas cerradas o instalar puertas de seguridad con sistema de bloqueo en estancias como la cocina, especialmente «peligrosa» por la gran cantidad de aparatos eléctricos y objetos del hogar que allí se guardan.

Proteger las ventanas también implica eliminar el acceso a las mismas con sillas o muebles.

En caso de colocar barandillas, estas deben ser altas y con muy poca distancia entre los barrotes.

3. ¡Cuidado con las escaleras!

Las escaleras pueden suponer un gran problema de seguridad en una casa con niños, por eso conviene instalar vallas tanto al principio como al final de la misma.

Este tipo de elementos protectores se venden en establecimientos especializados, son fáciles de poner, tienen una altura de 30 o 40 centímetros e incorporan un sistema de cierre propio.

4. Instala topes en las esquinas

Actualmente puedes encontrar diferentes materiales acolchados y productos para proteger todos los rincones de tu casa, incluidas las esquinas de los muebles y mesas de cristal.

En el caso de los primeros (armarios, mesitas, perchas, estanterías) también conviene anclarlos a la pared, ya que pueden vencer por el peso de los niños.

En el mercado también puedes comprar seguros para cajones, frigoríficos, grifos e incluso para tapas de inodoros que pueden ser de gran utilidad.

5. Aleja a los niños de los enchufes y de los aparatos eléctricos

Los enchufes pueden ser un problema a la hora de garantizar la seguridad de los pequeños en casa, ya que generan mucha curiosidad.

Debes proteger tanto los aparatos eléctricos como las tomas y los enchufes. Puedes hacerlo con protectores homologados y fabricados con este fin.

Por otra parte, cuando convivimos con niños pequeños, siempre debemos desenchufar pequeños electrodomésticos que puedan ser manipulados por ellos como secadores, maquinillas de afeitar, cepillos eléctricos, etc.

6. Instala suelos acolchados y “a prueba de golpes”

Una medida de protección habitual en las viviendas con niños pequeños es instalar suelos acolchados con moqueta o goma espuma para aislar el espacio y amortiguar posibles golpes. Estos últimos también pueden utilizarse como zona de juegos.

Si tenemos alfombras, la mejor forma de evitar accidentes inesperados es colocar antideslizantes debajo.

7. Evita el contacto con productos peligrosos

En el hogar existen muchos productos tóxicos que pueden ser peligrosos para los niños. Hablamos de líquidos de limpieza, aseo o bricolaje, cosméticos, alcoholes o medicinas.

La clave para garantizar la seguridad en un hogar con niños pequeños es que todos ellos estén fuera de su alcance, en lugares inaccesibles como estanterías o en cajones altos, o en armarios con candados y cierres de seguridad.

Debes tomar estas mismas precauciones con objetos afilados y punzantes como los cuchillos, y con las herramientas.

Por otra parte, no debes dejar a la vista de los niños pilas, mecheros o cerillas, ni tampoco objetos pequeños que puedan ingerir o producir un atragantamiento.

En la cocina, intenta que los mangos de las sartenes y ollas estén siempre hacia adentro, y compra una lavadora con sistema de apertura retardada para impedir que los niños puedan abrirla cuando esté en marcha.

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Mollie Pettersson
Mollie Pettersson

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